ME ROBARON LA NAVIDAD

Lo intento con todas mis fuerzas, pero no me acaba de salir. Veo las calles, las luces, los anuncios... todo aquello que se supone que es ahora la Navidad y… no me encaja. No consigo olvidar la gente que sufre a mi alrededor, la gente sin trabajo, las familias que hacen carambolas económicas para llegar a fin de mes, los necesitados... y me pregunto: ¿es esto la Navidad? Nos la han robado, nos han robado la Navidad y, lo que es peor, no sé qué hacer para devolver un pedacito de ella a mi gente.

Es más difícil aun cuando sientes que te la han robado también a ti, personalmente, cuando te la han arrancado y te la han mostrado en toda su crudeza. Es aquello que algunos también se empeñan en hacernos creer: la Navidad no existe. Justo hace un año me la robaron a mí, lo poquito de ella que me quedaba se fue.

Con todo, hoy es Nochebuena, y ¿sabéis qué? Lo que no nos han robado son las ganas de seguir luchando, de levantar aquello que ha caído. Seguramente serán días tristes para mí, pero lo mío es secundario. Tengo la enorme suerte de tener la mejor familia del mundo, esta noche cenaré con ellos y viviré la Navidad. La viviré también esta tarde, en Sueca, en mi pueblo, donde tengo la suerte y el honor de ser Concejal. Saldré a la plaza, cantaré villancicos, estaré con mi gente, y pensaré, una vez más, el privilegio que es poder trabajar para los demás, estar con los demás, a pie de calle, lejos de todo aquello que quieren hacernos creer que es, o que no es.

Por tanto, cuando la Nochebuena empieza a llegar, y cuando quizá gente empiece a sentirse un poco peor, hagamos ver que la Navidad existe. Como decía mi Visi: Navi"DAD". Dad lo mejor de vosotros mismos: es decir, daos a vosotros mismos. Creyentes o no, enfadados con la Navidad o no, con más o menos familia, a los amigos... ¡dad! Dad alegría, sonrisas, algún regalito o detalle que haga sentirse al otro especial, dad, dad sin pensar que es Navidad pero que gracias a ella un año más se puede ser un poquito mejor.

Yo he llevado un mes regular. Afortunadísimo por tener trabajo pero, paradojas de la vida, atormentado por sus problemas. Somos demasiado exigentes, para vivir sólo hace falta una cosa: ¡¡¡vivir!!!

Dejadme que, en esta tarde, y después de tanto tiempo sin actualizar el blog, me dirija un momento a la gente que tengo más cerca: mi familia y amigos. Son tan grandes que me desborda su grandeza. Los que me conocen saben que no soy ni muy besucón, ni muy cariñoso, ni muy comunicador de sentimientos, pero cada día doy gracias porque estáis ahí. Y no sólo en Navidad. Permitidme que os siga dando, y sin en algún momento no lo hago: ¡¡¡pedid!!! También quiero acordarme de la gente de mi pueblo. Ojalá todo empiece a ir un poco mejor, con mi trabajo cuentan.

Así que, debería cambiar el título y poner… “Me intentaron robar la Navidad”.

Sed felices y sonreíd, sonreíd siempre… ¡Ah! Y buscad mi sonrisa, y sino la encontráis: ¡¡¡pedidla!!!

En la tarde de Nochebuena de 2011, frente a “aquelloquesemepeñanenllamarNavidad” y que es la NaviDAD.